Mi enfoque inicial fue construir una base de confianza y seguridad para Jen. Establecí una rutina diaria que incluía sesiones de juego, paseos estructurados y tiempo de relajación en un entorno seguro. Estas actividades no solo proporcionaban estabilidad a Jen, sino que también eran oportunidades para usar refuerzos positivos. Recompensaba a Jen con golosinas y elogios cada vez que mostraba comportamientos deseados, reforzando así su buen comportamiento. Para abordar su reactividad, utilicé técnicas de desensibilización y contra-condicionamiento. Comencé exponiendo a Jen a otros perros y personas desde una distancia segura. Cada vez que Jen permanecía tranquilo, lo recompensaba. Gradualmente, fui reduciendo la distancia a medida que Jen mostraba menos signos de estrés y miedo.
Este proceso requería mucha paciencia y consistencia, pero era esencial para que Jen comenzara a asociar la presencia de otros con experiencias positivas. El problema de tirar de la correa también necesitaba una atención especial. Enseñé a Jen a caminar junto a su dueño utilizando la técnica de "caminar con suelto". Cuando Jen tiraba de la correa, el paseo se detenía y solo continuaba cuando él regresaba a una posición más relajada. Utilicé arneses anti-tiro para proporcionar más control sin causar incomodidad o daño. 
Durante todo este proceso, trabajé estrechamente con la familia de Jen para fortalecer su vínculo con él. Les enseñé a dedicar tiempo de calidad con juegos interactivos y entrenamientos básicos que fomentaban la comunicación y la confianza mutua. A medida que Jen aprendía a confiar en su familia, comenzaba a responder de manera más positiva a su guía y dirección.
El camino no fue fácil ni rápido, pero con amor, paciencia y técnicas adecuadas, Jen empezó a transformarse. Su reactividad disminuyó notablemente, aprendió a caminar sin tirar de la correa y, lo más importante, desarrolló un vínculo profundo y significativo con su familia. Ver a Jen pasar de ser un perro inseguro y temeroso a uno más seguro y confiado fue una experiencia increíblemente gratificante, y me siento orgulloso de haber sido parte de su viaje hacia una vida mejor.

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