"La educación de Archie, el cachorro poodle de 3 meses, fue un viaje fascinante, en el que combiné principios científicos de la educación canina para abordar su reactividad e inseguridad.
Comencé evaluando su comportamiento para comprender las raíces de sus reacciones. Implementé técnicas de modificación de conducta, como el condicionamiento operante y el contra condicionamiento, para reforzar patrones de comportamiento deseables y reducir la reactividad.
Adopté un enfoque gradual de exposición controlada para enfrentar sus miedos. Usando umbrales de tolerancia, trabajamos en entornos controlados para aumentar su confianza progresivamente. Además, la implementación de refuerzos positivos y la asociación de estímulos con experiencias positivas fueron clave en el proceso.
La neurociencia canina me sirvió como guía para entender cómo se forman las conexiones neuronales en el cerebro de Archie. Esto me permitió adaptar estrategias de aprendizaje que se ajustaban a su etapa de desarrollo, optimizando así su progreso.
El resultado fue notable: Archie demostró una reducción significativa en su reactividad y un aumento en su confianza. Su historia subraya la importancia de aplicar métodos basados en la ciencia y la comprensión del comportamiento animal para lograr cambios positivos en la educación canina."

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